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| PICO VIHREN |
Tras nuestra primera noche en Bansko (con cena y música en una taberna del lugar), el objetivo del día era llegar hasta el Pico Vihren, cumbre más alta del macizo de Pirin. El nombre del macizo se relaciona con el culto a Perún, dios de los truenos, con residencia en este pico. Más tarde pudimos comprobar que si no vivía por aquí, se le oía roncar.
Los mil metros de desnivel a salvar desde el refugio Vihren hasta el pico resultan bastante cómodos de ascender. Salvo la última parte, el ascenso se resuelve de una manera sencilla. Desde el refugio hay que caminar en dirección oeste (ruta roja) hasta llegar al collado de Kabata. Este punto es de gran interés geológico ya que marca el cambio de la roca caliza (mármol) hacia el norte y la granítica al sur. Estamos a caballo entre dos picos, uno de mármol (el Vihren) y el otro de granito (Hvoînati Vrûh). Giramos hacia el norte para enfilar el duro zig-zag que nos lleva a los 2.914m del pico Vihren.
Continuamos rumbo norte para descender por una senda algo entretenida hacia el collado Premkata (2.660m). Este lugar es un impresionante mirador del macizo de Pirin y punto de partida de la ruta conocida como Koncheto o Paso del caballo. En un recorrido circular algunos componentes del grupo iniciaron el recorrido hacia este paso que en algunos puntos tiene menos de un metro de anchura y, pese a la ayuda de un cable, goza de gran prestigio entre los montañeros de la zona.
Reunidos de nuevo todo el grupo comenzamos el descenso hacia el este (ruta verde) por el impresionante Circo de Kazana. Un lugar de inquietante de belleza que, además, lo disfrutamos acompañados de los ronquidos de Perún en forma de fuerte tormenta. Después del pic-nic, regado con un estupendo vino tinto, continuamos nuestros descenso por un espectacular bosque hasta nuestro destino en Banderitsa.
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